
Usualmente el origen de esta maldición se atribuye a mujeres que no alimentan a sus hijastros dejándolos morir, mientras si proporcionan un buen cuidado a sus hijos naturales. El espíritu del niño abandonado, se instala en el cuerpo de la madrastra para tomar venganza y así la mujer es transformada en el Yōkai Futakuchi-onna. Otras veces se atribuye la maldición a mujeres que no comen, entonces la boca en la parte posterior de su cabeza se alimenta por ambas bocas comiendo el doble.
FUENTE: WIKIPEDIA.
Me ha sorprendido mucho esta parte de la mitología japonesa que no conocía. ¡Tengo que conocerla más a fondo!. ¡Gracias!
ResponderEliminarUna razón más para evitar la anorexia.
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